Don Carlos, por la gracia de Dios, Rey de Castilla... sabed, que e nuestra Real Persona se hicieron presentes por el mismo Señorío los desórdenes, y abusos que en su distrito se experimentan, de publicarse por listas, y de palabra en las Iglesias, y Hermitas de su comprehensión las Misas, y Reponsos que se encomiendan por los Difuntos, y otros fines... ya en las funciones de entierros, y honras, como en los días de los Santos Tutelares... que estos votos, y ofrendas no tienen otro objeto, que la congregación de gentes de ambos sexos a comer, y beber en las casa dolientes en tales funciones de Entierros, y Honras, y en los demás por convites de unas Cofradías a otras, correspondiéndose tan a competencia que por no no [sic] tenerse en menos los unos, que los otros, encomiendan dichos sufragios de Misas, y Responsos, más por vanidad... que por el fin piadoso que a ello les debiera mover, y algunos excediéndose... para lo que más de una vez han buscado dinero prestado... redundando de aquí un gravísimo perjuicio a sus casas, y familias